La conductora, sin saber lo ocurrido, se dirigió luego a la zona céntrica de la ciudad, donde los transeúntes observaron y alertaron que un ofidio estaba en su vehículo, por lo cual, inmediatamente dieron aviso al cuerpo de Guardafaunas de la Dirección General de Bosques y Fauna.

Ante esta situación sorpresiva, se recurrió a un chapista para rescatarla cuidadosamente y finalmente se la liberó al día siguiente a su hábitat natural, a 150 km del lugar.

Cabe destacar que esta especie, también llamada "boa de las vizcacheras" se encuentra en peligro de extinción. No es venenosa sino constrictora. Es decir, mata a sus presas con su cuerpo produciendo así la asfixia y luego las traga.