Extra Escuchar artículo

Milei elimina el Instituto de Agricultura Familiar y despediría a 900 personas

Pareciera ser que las comunidades de pequeños productores no son consideradas gente por este gobierno, pues en lo sucesivo no tendrían atención.

“El Ministerio de Economía decidió avanzar con la eliminación del Instituto de Agricultura Familiar, Campesina y el Consejo Nacional de Agricultura Familiar”, anunció este mediodía el vocero presidencial Manuel Adorni, poniendo fin a un interrogante que se había apoderado sobre el futuro de ese área, que históricamente perteneció a la Secretaría de Agricultura pero que en el anterior gobierno pasó a formar parte de la Jefatura de Gabinete y ahora, en el gobierno de Javier Milei, había sido transferido al Ministerio de Capital Humano.

El cierre es una pésima solución que fue consecuencia de otras malas decisiones. En vez de arreglar las cosas, el gobierno de Milei vuelve a la tentación de clausurar los debates del peor modo, eliminando el problema, sin tomarse el trabajo de corregir lo que está mal. Así las cosas, por la alta politización en que habían incurrido las gestiones anteriores con el área de Agricultura Familiar, decide directamente la eliminación de ese Instituto, en vez de jerarquizar su función. Como consecuencia, el Estado Argentino (que administra un país agropecuarios con mucha comunidad de pequeños minifundistas y campesinos) deja de tener una política específica para ese segmento.

Adorni, con la liviandad de los que ignoran las cosas (de hecho, atribuye la decisión al Ministerio de Economía, sin conocer que el INAFCSI dependía ahora de Capital Humano), culpó a los 900 empleados (en realidad tiene pomo más de mil) de no trabajar en sus funciones sino simplemente de ser militantes de la política, lo que puede ser cierto en muchos casos pero no en todos.

“Se van a reducir 900 puestos de No trabajo”, bravuconeó el vocero presidencial.

Luego criticó el despliegue del Instituto de Agricultura Familiar: “Tenía 160 delegaciones, 2 sedes, 1 de cada 3 empleados eran delegados, tenia 204 vehículos y el 85% del presupuesto se dedicaba a pagar sueldos. Casi una agencia de empleo político”, aseveró, en una conferencia de prensa donde abundaron las frases del tipo: “Ningún otro Gobierno se había animado a meterle la mano en el bolsillo a la política”; “El Estado está donde debe estar, al servicio de la gente”.

Pareciera ser que las comunidades de pequeños productores no son consideradas gente por este gobierno, pues en lo sucesivo no tendrían atención.

Cierto es que hay graves irregularidades cometidas por gobiernos anteriores, en especial por el de Cristina Kirchner, que terminan siendo utilizadas ahora como justificativos de esta decisión de Milei. En rigor, desde que la ex presidenta cedió el control casi absoluto de ese área de gobierno al Movimiento Evita de Emilio Pérsico, quien llegó a ser subsecretario de Agricultura Familiar de ese gobierno, todo se desmadró.

Agricultura Familiar nació en los años 90, cuando la desregulación económica hacia estragos en el tejido social agropecuario y desplazaba a muchísimos agricultores familiares. Primero fue como Programa Social Agropecuario (PSA) durante la gestión del secretario de entonces, Felipe Solá. Y luego como área específica dentro de Agricultura, Ganadería y Pesca, según fuera esta Secretaría o Ministerio.

Volver arriba