En tiempos de inflación por las nubes y de especulación financiera, comprar una golosina se ha convertido en un lujo. En los kioscos de Santiago del Estero los caramelos, que antes solían ser parte del vuelto, hoy cotizan $50 o $100 cada uno, mientras que los chocolates medianos de primera marca ya superan los $700. ¿Chau a las tentaciones? 

Lejos quedaron los días donde se salía a comprar con monedas. En ese entonces, 50 centavos significaban un caramelo que solía ser entregado casi como un obsequio por lo poco que sobraba. Hoy, eso cambió. Los comerciantes deben ingeniarselas para comerzializarlos ya que por unidad es difiícil venderlos. "Les resulta chocante que al sobrarles $50, uno como vendedor le de tres caramelos", dijo uno de los entrevistados que tiene su negocio.

"lo que más se incrementó en los kioscos es todo lo relacionado con los productos importados y siempre cuando falta el dinero en el bolsillo, la gente se retrae. A veces deja de comprar y en otras ocasiones decide optar por segundas marcas".

"Otros apuestan a las promociones. Eligen comprarse un alfajor en promoción y resigna el que le gusta por llevarse un 2x1. Las direrencias pueden llegar a ser a la mitad entre primera y segunda marca", agregó y continuó: "las golosinas más vendidas son los chocolates y los alfajores. Los chicles van desde los $550 hasta los $900 y un alfajor triple oscila entre los $800 y $1000 .Con $100 hoy te llevás 1 caramelo, no mucho más". 

A la falta de costumbre por pagar un caramelo al mismo valor que el billete en circulación de menor valor, se le suma que las monedas dejaron de ser prácticamente parte del día a día por los altos costos de los diferentes productos que podían comprarse mediante ellas. De hecho, el valor de cada una, en las cantidades que se necesitan para conseguir un simple caramelo o un paquete de figuritas, es mucho menos si se lo compara con el valor que podrían conseguir si se las tratara como cobre, pesado o fundido.